Ana es una niña muy curiosa que llega junto con su madre a un hospital psiquiátrico al lado del mar. Una noche, en su afán por descubrir más de aquel lugar, conoce a Bruno, un extraño hombrecito verde que solo habita en su imaginación. Su nuevo amigo le explica que el sitio donde están en realidad es un espacio de descanso para personas locas, y que él es un ser imaginado por alguno de los que viven ahí.