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Fresno, un vergel para sanar

Por: Jimena Mateos

¿Quieres pasar un fin de semana entre árboles milenarios, campos de flores, viñedos y comida deliciosa? Fresno, uno de los principales valles agrícolas del mundo, te espera con todo su encanto.

Imagínate pasar la tarde a la sombra de los árboles, admirando la fauna silvestre mientras comes fruta recién cosechada. Este sueño de descanso es una realidad en Fresno, un valle agrícola en el corazón de California. Con amigos, en pareja o en familia, es el destino ideal para un fin de semana de diversión, paseos y buena comida.

El origen del valle

Fresno pertenece al valle agrario de San Joaquín, cuyo río del mismo nombre nutre los campos que han alimentado a sus habitantes desde tiempos precolombinos. Los indios yokut, quienes dieron con el santuario de Yosemite, el ancestral y majestuoso bosque de las secuoyas, fueron sus primeros pobladores. Después de la colonización, la fiebre del oro atrajo a los migrantes europeos que fundaron la ciudad de Fresno en 1872, la cual creció en torno al valle agrícola.

Durante la primera mitad del siglo XX, Fresno se dividió en barrios étnicos: la pequeña Armenia, el pueblo alemán, la pequeña Italia y el pueblo chino, que en realidad estaba habitado por japoneses. Mientras la población asiática construía el ferrocarril, la europea se dedicaba a la agricultura. La población hispana llegó durante la década de 1940 y hoy conforma 46% de la población local. 

Tower District es un buen lugar para disfrutar la primera tarde de tu fin de semana. Siempre hay algún festival, obra de teatro o concierto, además de tiendas vintage y cervecerías artesanales como la premiada Sequoia Brewing Company. No olvides caminar por el Mural District y tomarte una foto en el mural con la imagen de Frank Sinatra. Si vas con pequeños, pueden comenzar por el Chaffee Zoo o Storyland, un parque temático a escala que les encantará.

La ciudad de Fresno

fue fundada en la segunda mitad del siglo XIX por migrantes europeos, que llegaron atraídos por la fertilidad del valle de San Joaquín. Crédito: Shutterstock.

A un paso del bosque

Los actuales habitantes de Fresno le dan un gran valor al universo natural de la región y acostumbran salir a acampar en las áreas naturales de la ciudad y sus alrededores. Haz como los locales y regálate un paseo en Woodward Park, situado a la orilla del río: es el parque más grande de la zona, está lleno de fresnos y cuenta con puentes y senderos para andar en bicicleta. Otros dos espacios verdes son el pequeño y muy encantador jardín japonés Shinzen y los insospechados jardines subterráneos Forestiere.

Al visitar Fresno no puedes perderte los majestuosos parques naturales de la periferia, ya que se encuentran a menos de dos horas. Renta un carro y lánzate muy temprano para aprovechar alguno de estos tres lugares imperdibles: el Yosemite National Park, declarado Patrimonio de la Humanidad, Kings Canyon y Sequoia. En los tres encontrarás cabañas para hospedarte en el corazón del bosque.

Yosemite National Park

Con sus enormes secuoyas de más de mil años, está a tan solo hora y media de Fresno, por una carretera boscosa de vistas espectaculares. Crédito: Shutterstock.

De la granja a la mesa

Los pobladores del Valle de San Joaquín son respetuosos conocedores de la flora y la fauna locales, y este aprecio se extiende a su filosofía del campo, cuyos protagonistas son árboles frutales, viñedos, nogales y olivos. Hay pequeños productores que reciben a los visitantes, tales como Basilwood Farm o Rocky Oaks Goat Creamery, dos granjas que crían, entre otras acciones maravillosas, cabras felices. Si quieres tener un panorama más completo de este increíble valle de fertilidad, cierra la tarde con una cata de vinos en el jardín de la bodega Ziveli Winery. 

Las experiencias del campo a la mesa son más que una moda en esta región de California. Vineyard Farmer’s Market, el mercado de productores locales, ha surtido desde hace 42 años a pobladores y restaurantes con productos frescos, muchos de ellos orgánicos. Si vas en sábado (también abre los miércoles) no te pierdas los quesos, los higos, los cacahuates y los albaricoques recién cosechados. 

La cocina de Fresno, además de su frescura, goza del toque original de sus ancestros. Explora la gastronomía armenia e italiana, prueba un schnitzel en uno de los restaurantes de tradición alemana o un buen sashimi en uno japonés. Si durante tu fin de semana quieres probar un poco de toda esta riqueza, el recién abierto Quail State, en el corazón de Fresno, te dará una buena perspectiva.

De temporada

Fresno tiene algo para cada temporada del año. En primavera, hay que recorrer a pie o en bici el llamado Blossom Trail: 112 kilómetros de árboles frutales que tapizan el camino de pétalos rosados y blancos. En verano todo gira en torno al camping, el kayak, las caminatas y los deportes en los parques cercanos. En otoño, en particular en octubre, se realiza la Feria de la Uva y la Nuez. Este es un momento mágico del año gracias al follaje otoñal y a la luz del atardecer. En invierno, los adornos navideños de Old Fig Garden y Huntington Boulevard asombran a chicos y grandes, y para quienes aman la nieve, basta con rentar un vehículo todo terreno para ir al cercano China Creek Park a disfrutar de los trineos. 

Blossom Trail

Que podría traducirse como “sendero en flor”, es un camino de 112 kilómetros que se tapiza de pétalos durante la primavera. Crédito: Shutterstock.

Comida sana y deliciosa, paisajes rurales sacados de una postal, parques nacionales con árboles milenarios… Fresno es, sin duda, un vergel insospechado lleno de actividades para disfrutar la vida al aire libre durante todo el año.

Vuela a Fresno
con Volaris

Volaris opera vuelos directos a Fresno desde Guadalajara, León y Morelia.

 

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