A escasos 20 minutos del centro de la ciudad, también dentro del Parque Nacional Cumbres de Monterrey, está el Parque La Estanzuela, al cual acuden las familias para disfrutar gratos momentos al aire libre, rodeándose de cañones, arroyos y pequeñas cascadas. Cuenta con un sendero adoquinado de tres kilómetros desde el cual se puede observar la flora y fauna silvestre, y pasear a un costado del arroyo que lo atraviesa, cuya agua sirve de consumo para la ciudad. También hay palapas y terrazas para poder descansar en todo momento.
La oferta de paseos verdes no se termina en las afueras: dentro de la ciudad hay parques urbanos con numerosas áreas verdes que, al mismo tiempo, cuentan la historia de Monterrey y muestran sus sitios imperdibles. El Parque Fundidora, con 200 hectáreas, es el orgullo de todos los regiomontanos; aquí se ubica la antigua compañía Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, motor del desarrollo de la ciudad de 1900 a 1986, así como el Museo de Sitio de Arqueología Industrial, con 27 macroestructuras, 16 naves y 127 piezas de maquinaria y herramientas siderúrgicas.
El Parque Fundidora está integrado a la Macroplaza y al Barrio Antiguo a través del Paseo Santa Lucía, un canal de 2.5 kilómetros de largo al estilo del Riverwalk de San Antonio, Texas, y que se ha convertido en un imperdible tanto para residentes como para visitantes. Este se puede navegar o caminar en paralelo para fascinarse con puentes, pasos peatonales, restaurantes, esculturas y fuentes que decoran el recorrido.
Esta zona alberga, además, el Museo del Acero Horno 3, el Museo del Noreste, el Muscera y el de Historia Mexicana, así como el Centro de las Artes, el Salón de la Fama del Beisbol y la Cineteca Nuevo León. Si vas en familia, este será uno de los mejores recorridos para visitar con niños, porque aquí también está el Parque Plaza Sésamo, con atracciones acuáticas, juegos mecánicos y espectáculos en donde convivirán con Abelardo, Elmo y el Conde Contar, entre otros.