De Finde

Yucatán para niños y niñas

Por Marco Garófalo
Por: Ivett Rangel / Fotos: Cortesía Sefotur Yucatán

Dinosaurios, abejas, meteoritos, flamencos y caballos se convierten en los compañeros de este viaje familiar por la península.

 

Una travesía con niños y niñas por Yucatán, al sureste de México, puede transformarse en un viaje a través del tiempo o en un safari para entrar en contacto con especies animales inesperadas. Además de gozar de los días de descanso junto al mar, el municipio costero de Progreso es el lugar elegido para comenzar este viaje.

Entre dinosaurios y meteoritos

A media hora hacia el norte de Mérida se encuentra la nueva atracción del puerto de Chicxulub, Sendero Jurásico, donde se puede caminar entre pterodáctilos, brontosaurios, velociraptors, triceratops y hasta un tiranosaurio que interactúa con los recién llegados. 

¿Qué tiene que ver esto con la península de Yucatán? ¡Todo! “Hace alrededor de 66 millones de años, un meteorito de entre diez y 15 kilómetros de diámetro colisionó sobre la plataforma de Yucatán, en el golfo de México, liberando una cantidad indescriptible de energía.  El impacto provocó una cavidad de 30 kilómetros de profundidad, lo que dio origen a un cráter de 200 kilómetros de diámetro que yace en el subsuelo de Yucatán y cuyo centro se ubica en este puerto [Chicxulub]”, explica el capítulo 1 del Podcast Jurásico que sirve de audioguía por este sendero. 

Ese meteorito cambió radicalmente las condiciones de clima en la Tierra y extinguió al 76% de las especies sobre el planeta, dinosaurios incluidos. 

Para seguir el viaje por el pasado milenario de Yucatán hay que trasladarse al puerto vecino de Progreso, donde el Museo del Meteorito muestra no solo el origen de la nueva vida en la Tierra, sino el origen del universo entero. Así, entre dinosaurios animatrónicos y restos fósiles se puede vivir una experiencia prehistórica en la actualidad. 

Este recinto se ubica justo frente al mar, por lo que sirve de refugio perfecto en las horas más cálidas del día. Un día de playa con un toque cultural completamente diferente a cualquier otro destino mexicano. 

Entre dinosaurios animatrónicos

y restos fósiles, los pequeños pueden vivir una experiencia prehistórica en el Museo del Meteorito, en el puerto de Progreso.

De la selva al manglar

Desde hace muchos siglos, las comunidades mayas han criado y aprovechado la miel de las meliponas, pequeñas abejas sin aguijón endémicas de este estado. Gracias al proyecto Bee Matters, toda la familia puede acercarse a conocerlas de manera respetuosa y responsable.

Aunque Bee Matters trabaja con mujeres apicultoras de varias comunidades de la selva maya, en el poblado de Maní, a una hora al sur de Mérida, se pueden visitar las colmenas y aprender sobre la importancia de la preservación de las abejas para la vida, los tipos de abejas que hay en México y cómo se alimentan.

Además de promover el cuidado de su hábitat para su supervivencia, a lo largo del recorrido también se descubren los usos herbolarios y medicinales de la miel melipona y se ofrece una cata de miel directamente desde la colmena.

Reservaciones: mmincentives.com

De diciembre a marzo, en Yucatán se pueden avistar miles de flamencos rosados, cuyo color se debe al color de la artemia salina, su principal alimento. Para mirarlos de cerca, hay que viajar una hora y media al oeste de Mérida, a la Reserva de la Biósfera Ría Celestún, que, junto con la Reserva de la Biósfera Ría Lagartos, son hogar temporal de estas peculiares aves, así como de 1,500 especies más de flora y fauna. 

Nada más divertido que navegar por la ría en lanchas de motor para acercarse a estas vistosas aves y que vuelen cerca o incluso por encima de la familia. En el recorrido también se pueden ver garzas y gaviotas, así como tortugas y lagartos, y apreciar la vida en los manglares.

El puerto de Progreso

al norte de la capital yucateca, tiene mucho que ofrecer para unas vacaciones en familia, como playas, antojos, paseos y museos.

Mérida musical

No será difícil convencer a los y las pequeñas de dejar un rato la playa ante la perspectiva de visitar la capital yucateca en una calesa, para luego comer helados y marquesitas. 

A Mérida hay que dedicarle su tiempo, pero una primera parada, perfecta para la hora de más calor, podría ser el museo interactivo del Palacio de la Música. Aquí, toda la familia encuentra su propio ritmo a través de la música tradicional y popular mexicana en voz de célebres cantautores, como Agustín Lara, Consuelo Velázquez, Juan Gabriel, Natalia Lafourcade o Aleks Syntek. Chicos y grandes podrán descubrir sus habilidades musicales con distintos instrumentos y sintetizadores en computadoras. 

IG: @palaciodelamusicacnmm

Una vez en el centro histórico, no hay que perder la oportunidad de recorrer el Paseo de Montejo, la principal avenida de la ciudad, en una calesa tirada por un caballo y disfrutar de un sorbete en la heladería Colón; los sabores consentidos: guanábana, chocolate y mantecado.  

Por la noche, las familias se reúnen cada viernes frente al Monumento a la Patria para ver el videomapping Isla de luz, y en cuanto concluya la remodelación de la Plaza Grande, regresará este tipo de espectáculos con luz y sonido sobre la  Catedral y la Casa de Montejo. 

En la visita al museo interactivo

del Palacio de la Música, en Mérida, toda la familia encuentra su propio ritmo a través de la música tradicional y popular.

Música, dinosaurios, meteoritos, playa, luces y marquesitas son algunas de las promesas para unas vacaciones familiares en Yucatán. Inspírate, encuentra más planes e información en yucatan.travel.

 

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