Casi cualquier viajero que se precie de amar la naturaleza y que haya sido destinado —por negocios, trabajo o visitas familiares— a ir a Aguascalientes intuirá que tras las sierras que rodean su capital se despliegan bosques, cascadas y todo tipo de maravillas naturales.
Pocos, sin embargo, son los que se lanzan a explorarlos. Y es que de alguna forma tendemos a encasillar los lugares con determinados atractivos. Aquí venimos, casi siempre, para ocuparnos de actividades específicas, y cuando nos decidimos por este destino como espacio de goce y descubrimiento, nos quedamos con su centro, sus cantinas y la espectacular Feria de San Marcos.
Ya sea que viajes por un par de días o por una semana, descubrirás que el suave ritmo de su capital y la breve —y ventajosa— extensión de este estado te permitirán conocer y reconectar con algunas de las formas más extraordinarias que la geología ha originado aquí a lo largo de los siglos, así como la rica vida animal y vegetal que escogió sus accidentes naturales para florecer.