Las Grutas de Tolantongo se encuentran en uno de los rincones más espectaculares del ejido de San Cristóbal, situadas en un cañón constituido por un relieve geológico lleno de grietas, galerías y formaciones que han surgido gracias a la acumulación de diversos minerales.
Cuenta con dos grutas principales. La más grande se ubica al pie de una cascada, por la cual fluyen manantiales y aguas termales que desembocan en el conocido río Tolantongo: una corriente de agua que se destaca no solo por su profundo color azul turquesa, sino también por su temperatura de 34°C.
La gruta más pequeña, “el túnel”, se nombra de esta manera debido a que solo tiene unos 15 metros de largo. Los visitantes que se animan a descubrirla son salpicados por el agua caliente que brota a través de las paredes y del techo. Su temperatura es similar a la de un baño de vapor.
El recorrido dentro de ambas grutas es una experiencia única: al interior puede escucharse el placentero eco de las cascadas que resuenan en la montaña.