Fuera de Ruta

De museos por la Ciudad de México

Por Ivett Rangel

La capital mexicana es una de las ciudades con más museos en el mundo. Se necesitarían muchos viajes para conocerlos todos, por eso te compartimos una guía con los indispensables.

Aún no se aterriza en la Ciudad de México cuando esta ya presume su personalidad inabarcable. Esos minutos observándola desde el aire sirven para idear planes que, de ser posible, incluyan algunos museos.

La oferta cultural de esta ciudad es i-na-bar-ca-ble; así que la mejor estrategia para recorrerla es dividirla por zonas turísticas y elegir los museos que por su valor arquitectónico o por sus exposiciones no hay que perderse.

Polanco y Chapultepec: las raíces multiculturales

El Bosque de Chapultepec resguarda dos museos imprescindibles. El primero es el Museo Nacional de Antropología e Historia, con dos salas temporales y 22 salas permanentes que te permitirán conocer las raíces multiétnicas de Mesoamérica. Su pieza más emblemática, la Piedra del Sol o Calendario Azteca. 

Alrededor del patio del Museo Nacional de Antropología e Historia

Se encuentran las 22 salas con piezas de las culturas del pasado y el presente de México. Crédito: Shutterstock.

Del otro lado de la avenida Reforma y en lo alto del cerro del Chapulín se ubica el Museo Nacional de Historia Castillo de Chapultepec, que resguarda la memoria de México desde la conquista de Tenochtitlán hasta la Revolución mexicana. El propio recinto es una joya arquitectónica única en el país, y desde allí se tiene una de las mejores vistas panorámicas de la ciudad. 

En la segunda sección del bosque está Papalote Museo del Niño, en el que chicos y grandes la pasan increíble con las exposiciones interactivas; inicia tu recorrido en el árbol Ramón, el corazón del museo y la conciencia ambiental para todos. En el límite norte de Polanco está el Museo Jumex, cuyas exposiciones temporales están dedicadas al arte contemporáneo, muy a tono con el espíritu arquitectónico del barrio.

El Castillo de Chapultepec:

Un pedacito de historia y belleza en medio de la Ciudad de México. Con sus jardines y su imponente estructura, ofrece una vista increíble de la ciudad. Crédito: Shutterstock

El corazón histórico

Nada más emocionante en esta capital que estar en el Templo Mayor, que, además de ser zona arqueológica, es un museo de ocho salas. Desde aquí se puede admirar el rostro prehispánico, colonial y contemporáneo de Ciudad de México, así como el enloquecido ritmo cotidiano de la ciudad. 

Desde ahí hay que caminar por la calle de Tacuba para comprender por qué a esta urbe también se le conoce como “La Ciudad de los Palacios”, y también para encontrarse con el Museo Nacional de Arte (Munal) y el Museo del Palacio de Bellas Artes, dos de las obras arquitectónicas más importantes de principios del siglo XX. 

Palacio de Bellas Artes:

Sus majestuosas cúpulas y su arquitectura única lo convierten en un tesoro nacional. Crédito: Shutterstock

El Munal alberga piezas producidas entre la segunda mitad del siglo XVI y la primera mitad del siglo XX y ofrece una visión del arte novohispano y mexicano. En el segundo se exhiben de forma permanente los murales de siete artistas nacionales, realizados de 1928 a 1963, entre ellos Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco.

El Palacio de Bellas Artes también alberga el Museo Nacional de Arquitectura y es sede de la Orquesta Sinfónica Nacional, la Compañía Nacional de Ópera y del Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández. Desde 1987 es monumento Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. 

A pocos metros está el Museo Franz Mayer, dedicado al arte virreinal. El edificio en sí es un monumento histórico con más de 400 años de historia, por lo que se puede considerar en sí mismo una pieza más de la colección. 

El Museo Franz Mayer

dedica sus salas a las artes aplicadas del virreinato así como a exposiciones temporales de fotografía y arte actual. Crédito: Cortesía Museo Franz Mayer.

El sur de Frida y Diego

Coyoacán y San Ángel solían ser dos pueblos lejanos a la capital. Hoy son dos barrios en los que se vivió la historia de amor y desamor entre los artistas Diego Rivera y Frida Kahlo.

En la calle de Londres, en Coyoacán, se ubica una célebre casa de color azul, hogar de la pintora durante 36 años y que es hoy el Museo Frida Kahlo, por lo que allí puede conocerse su día a día y sus objetos personales. Un dato importante: con el boleto de este museo se puede acceder también al Museo Diego Rivera Anahuacalli. Rodeado de un espacio ecológico, en su interior conserva la colección de piezas prehispánicas del muralista.

La Casa Azul

Un tesoro cultural que revela la vida y obra de la inigualable artista mexicana Frida Kahlo. Crédito: Shutterstock

El tercer recinto para conocer la historia conjunta de estos creadores, pero también la importancia de su generación artística es el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, una de las primeras construcciones funcionalistas de América Latina ideada por Juan O’Gorman. Un par de casas gemelas con un estudio para cada artista. 

Aún más al sur, dentro de Ciudad Universitaria (considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO) se encuentra el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), el primer recinto público concebido de manera integral para el arte contemporáneo en México. En sus salas se exhiben piezas creadas a partir de 1952, propiedad de la UNAM. Sus exposiciones temporales siempre resultan emocionantes.

El Museo Nacional de Arte, El Museo Nacional de Arte, antiguo Palacio

Antiguo Palacio de Comunicaciones y Obras Públicas, alberga importantes obras de arte novohispano y mexicano. Crédito: Shutterstock.

Si quieres recorrer varios siglos de arquitectura, conocer distintas expresiones artísticas y culturales, caminar por los parques y escuchar muchas historias, los museos de la Ciudad de México te están esperando.

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