El sol de California
¡sobre ruedas!
Siente la buena vibra californiana, sinónimo de sol, mar y palmeras, patinando, pedaleando o rodando de Venice Beach al muelle de Santa Mónica.
California es uno de los estados más atractivos y visitados de Estados Unidos gracias, en buena parte, a su soleado litoral donde brillan Hermosa, Malibu, Manhattan, Paradise Cove, Playa del Rey, Redondo, Topanga y South Bay. Una de sus principales ciudades, Los Ángeles, es hogar de algunas de las más icónicas playas, entre las que sobresalen Venice Beach y Santa Mónica.
Venice Beach
Para sentir las California vibes, es decir esa vibra relajada, divertida y llena de color, hay que llegar a Venice Beach, quizás con un atuendo neón como los de Barbie y Ken, para disfrutar de la playa y el sol sobre ruedas.
En Venice nació el skateboarding (patineta), aunque la mayoría de los visitantes prefiere recorrer la ciclopista en patines o bicicleta, una tentación irresistible. Hay varias tiendas donde se pueden rentar, con equipo de seguridad incluido.
Ya con casco, coderas y rodilleras, hay que pasear por el Venice Boardwalk, la ciclopista que conecta todas las playas de Los Ángeles, para quienes buscan ver y sentir de cerca la cultura local.
Venice invita a conocer su rostro más desenfadado en el muelle y el mercado, o distraerse con las piezas de los múltiples vendedores y artistas callejeros que se dan cita diariamente ahí o en Muscle Beach, un gimnasio al aire libre donde los atletas rinden culto al cuerpo entre pesas, barras y demás aparatos de ejercicio.
También vale la pena internarse por los canales, más silenciosos, y descubrir por qué se nombró Venice a esta playa.
Cuenta la historia que el millonario del tabaco Abbot Kinney (cuya memoria se honra con el nombre del muelle y del bulevar principal), creó el resort de sus sueños, Venice of America, un lugar cerca del mar y parecido a la ciudad italiana que tanto amaba.
El magnate mandó construir varios canales, aunque actualmente solo quedan seis, cuatro orientados de oeste a este y dos de norte a sur. Un remanso de paz alejado emocionalmente del bullicio de la playa, aunque apenas a unos metros de distancia.
Relajadas, divertidas,
Hacia el norte
Desde Venice Beach hay que rodar hacia el norte en el mapa para encontrarse con otra muy célebre playa: Santa Mónica, más famosa por su muelle que por su ciclopista. El Santa Mónica Pier es conocido por ser el final de la histórica Ruta 66, la cual recorre Estados Unidos de noreste a suroeste.
Esta zona es la consentida de las familias porque, además de contar con una extensa área de arena blanca, hay varias opciones gastronómicas con vista al mar, un acuario, un parque de diversiones (que incluye rueda de la fortuna y montaña rusa) y muchas boutiques en Third Street Promenade. Un día lleno de actividades que dejan agotados a chicos y grandes por igual.
El muelle de Santa Mónica
De Venice a Santa Mónica es un paseo corto, de menos de cuatro kilómetros, aunque puede extenderse hacia el norte o hacia el sur, todo depende del sol, de las ganas de conocer más playas angelinas y de la resistencia física.
A lo largo del trayecto se disfruta de un lado el horizonte de mar y cielo, y del otro, la arquitectura, las palmeras y el entorno en el que conviven artistas callejeros, yoguis, adivinos, vagabundos, hippies, surfistas, tatuadores, “doctores verdes” (que evalúan si eres apto para consumir CBD por uso medicinal), turistas y deportistas.
Si el cansancio aparece, se vale tomar un break sobre la arena y gozar del paisaje y de la buena condición física de los locales.
La ciclopista
Que tu próxima aventura en Los Ángeles sea sobre ruedas, gozando de la brisa y del sol (para conseguir ese anhelado bronceado californiano). Y que la sensación de haber hecho el circuito completo se quede como recuerdo entrañable en el álbum viajero. Good rides, good vibes.
Más información en: santamonica.com y venicebeach.com
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