Innovación

Bocados de ciencia

¿La comida de laboratorio salvará al planeta?

Mejorar la calidad de los alimentos, disminuir el impacto ambiental y proteger a los animales son el motor de la ciencia para colarse en la cocina: carne, huevos y leche de laboratorio son una realidad.

Qué huevos

Eat Just, Inc. es una compañía estadounidense que ha creado JUST Egg, esponjosos y deliciosos huevos a base de frijol mungo y cúrcuma, sin colesterol y bajos en grasas saturadas. A diferencia de la producción tradicional, ahorran 98% de agua, sólo requieren 14% de terreno y producen una mínima emisión de CO2.

www.ju.st

Para producirse, estos esponjosos huevos a base de frijol mungo y cúrcuma solo requieren 2% del agua que necesitaría un huevo tradicional para su producción Crédito: Cortesía Eat Just, Inc.

Lácteos sin leche

A partir del ADN de la vaca, hongos y fermentación, los científicos de Perfect Day replicaron el suero y la caseína de la leche: todo el sabor, textura y consistencia, pero sin hormonas, antibióticos ni lactosa. Por el momento, la proteína resultante se comercializa para preparar helados y quesos.

perfectday.com

La ciencia en la cocina es una alternativa para disminuir el impacto ambiental, proteger a los animales y mejorar la calidad de los alimentos.

Término: bien impreso

Aleph Farms es una empresa israelí enfocada en la producción de carne cultivada a partir de células naturales, no transgénicas y libres de antibióticos. Este año presentaron el primer corte de carne bioimpreso en 3D. Además, cuentan con un programa espacial para desarrollar alimentos literalmente ¡fuera de este mundo!

www.aleph-farms.com

Sabores con turbo

Good Food Institute ha retomado el proceso de fermentación como una de sus líneas principales de investigación. Aprovechando el rápido crecimiento de microorganismos, producen alimentos ricos en proteínas, enzimas, moléculas de sabor, vitaminas, pigmentos y grasas útiles para la elaboración de lácteos y saborizantes para las carnes cultivadas.

gfi.org

En 2021, Singapur aprobó el consumo de pollo procedente de células cultivadas. En México, la UNAM y el IPN se encuentran desarrollando proyectos piloto. Y tú, ¿te atreverías a llevar la ciencia a tu cocina?

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