Innovación

Micelio, el superhéroe de la economía sostenible

Por: Diana Olvera Dander

Los hongos son un ejemplo de inteligencia y evolución. Sus raíces, o micelio, son una red capaz de comunicar información, así como de descomponer y regenerar la materia viva. Por su autonomía, resiliencia y adaptabilidad, el mundo fungi es tan asombroso que nos permite aprender y repensar nuestra manera de construir, fabricar y aprovechar nuestros recursos.

Adiós a la extracción

Llegó el momento de observar a los hongos como inspiración para la economía circular y sostenible. A través de diferentes técnicas, la ciencia y la industria han descubierto que el micelio puede convertirse en lo que sea: textiles, materiales de construcción, muebles y un largo etcétera. Por fin dimos con un biomaterial que crece en vez de extraerse. 

 

Durable y amigable con el ambiente

Su apariencia puede resultar engañosamente frágil, sin embargo, los hongos pueden cultivarse para transformarse en ladrillos más resistentes que el concreto y ropa más durable que la mezclilla. Crédito: Getty Images

Arquitectura viva

La llamada micotectura (micelio+arquitectura) busca desarrollar construcciones sostenibles. Una de las iniciativas más fuertes es la fabricación de ladrillos orgánicos. Para hacerlo, se coloca el micelio vivo en un sustrato que le permitirá reproducirse en un molde con la forma deseada. Con calor se detiene el crecimiento y se deja endurecer, convirtiéndose en un material tan fuerte como el concreto. Aunque estos avances apenas comienzan, basta recordar la torre Hy-Fi de David Benjamín para el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Además, se sabe que la NASA considera esta opción como una alternativa viable para la construcción en otros planetas. 

Millones de posibilidades

El reino Fungi es el más abundante del planeta. Además de degradar la materia orgánica, nutrir y comunicar a otros seres y desintoxicar los suelos, hoy los hongos son un universo de posibilidades para crear materiales afines a la naturaleza. Crédito: Getty Images.

De la tierra a las pasarelas

Pocas veces reparamos en el daño ambiental que trae la industria de la moda y la llamada fast fashion. Sin embargo, algunos diseñadores se han preocupado por desarrollar nuevas texturas derivadas del micelio. Stella McCartney desarrolló “cuero falso” que ha utilizado para diseños de bolsos, zapatos y ropa bajo la marca Mylo.

El micelio es un poderoso biomaterial. Con la voluntad de las industrias, su uso podría cambiar el paradigma de impacto ambiental para siempre.

 

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