Existen ciertos desequilibrios en la rutina que pueden influir en nuestro estado de ánimo y perjudicar nuestra salud general. Las modificaciones en el estilo de vida, como los hábitos de sueño, la dieta y el estrés, son indispensables para poder comenzar un tratamiento adecuado y parte del proceso de sanación que propone la terapia holística.
A diferencia de la medicina tradicional, que se enfoca en la parte física, la medicina holística analiza cómo repercuten los problemas corporales en la mente y viceversa. Su perspectiva considera la forma en la que se manifiesta una enfermedad, cómo se relaciona con las emociones y cómo influyen los factores externos que rodean a cada persona.