Zihuatanejo y sus alrededores
Bienestar entre el mar y las montañas
Vive un fin de semana lleno de naturaleza, lujo y bienestar en Ixtapa, Zihuatanejo y Troncones, tres destinos tropicales que aún guardan tesoros por descubrir.
Gracias a la belleza de sus playas y sus montañas, esta zona del Pacífico está redefiniendo el concepto de lujo y bienestar. Ixtapa y Zihuatanejo, a pesar de encontrarse uno al lado del otro, tienen su propia personalidad: Zihuatanejo es el antiguo pueblo de pescadores, mientras que Ixtapa es un desarrollo urbano que concentra hoteles y restaurantes alrededor de la Playa El Palmar. Un poco más al norte se encuentra Troncones, una comunidad de bienestar tropical que completa la tríada de la Costa Grande.
Zihuatanejo, tradición y encanto
La historia de este lugar nace en su corazón, la Playa Principal, el muelle del que parten las barcas de pescadores rumbo al mar y regresan al amanecer con la pesca del día. Comienza aquí tu caminata al atardecer y luego cena en uno de los muchos restaurantes al borde del mar: hay pizzas a la leña, cocina guerrerense, marisquerías y gastronomía mediterránea… Sigue hacia la Playa La Madera por el nuevo andador, con vistas impresionantes de la bahía, esculturas y puntos clave para tomar esa foto memorable. Otra recomendación para descubrir la vida de “Zihua”, como lo llaman los locales, es adentrarse en las calles del Centro y perderse entre tiendas de artesanías, joyerías de plata, pozolerías y cafés que sirven el grano que se cosecha en la Sierra Madre.
Una playa imperdible de Zihuatanejo es La Ropa, perfecta para nadar en sus aguas tranquilas o pasar un buen rato en restaurantes clásicos como El Manglar o La Perla. Otra de las playas famosas de la región es Las Gatas, con enramadas que ofrecen delicias costeñas como el pescado a las brasas o las tradicionales “tiritas”, el ceviche insignia de Guerrero.
Ixtapa, confort y atardeceres
Comienza tu visita por la Playa El Palmar y disfruta del sol en la bahía hasta el atardecer; aquí las puestas de sol son famosas por su colorido. Si prefieres pasear, camina hacia el Centro de Ixtapa y recorre la Plaza Principal. Haz una parada en una de sus heladerías italianas y disfruta un gelato de mango o una paleta de mojito, son célebres. La oferta culinaria de Ixtapa va desde las tradicionales aguas frescas frente al quiosco y las pizzas a la leña hasta los restaurantes con opciones plant based, como La Raíz de la Tierra, una propuesta cien por ciento vegana. Aquí la recomendación es tomar una limonada de albahaca y absolutamente todo lo que hay en el menú: no hay pierde con hamburguesas o el burrito “crudi”.
Toda visita a Ixtapa debe incluir una vuelta por la marina para tomar una copa, cenar o desayunar en los tradicionales Beccofino o El Galeón, o pedir un coctel y un snack en Fisher’s. La marina también es el punto de partida de una ciclopista con arboleda que vale la pena recorrer en bici o caminando, idealmente muy temprano o al atardecer, para evitar las horas de calor y disfrutar el paso de las aves que habitan el manglar en las cercanías de Playa Linda, otro punto de surf para los expertos en este deporte.
Troncones, la calma y las olas
A 30 minutos al norte de Ixtapa y Zihuatanejo se encuentra este remanso de paz. Su encanto radica en la comunidad que lo ha conformado —surfers, artistas, espíritus libres y creativos de varias latitudes—, además de calles limpias, casas con nombres en las fachadas y rincones por descubrir: Present Moment Retreat, para una sesión de meditación o yoga, o bien, Jardín del Edén, para comer y pasar el día en la playa. Si te gusta la vida fitness, te recomendamos desplazarte en bicicleta de un sitio a otro.
La oferta culinaria de Troncones es amplia: el reconfortante Café Pacífico; la cocina internacional de Mi Jardín, que prepara pizzas a la leña; Índigo, con asados y empanadas argentinas, y bares como Amor Tropical, con algunos de los mejores cocteles de la región… todo con vista al mar. La música en vivo y el toque de diseño se hacen presentes en cada uno de los espacios de ensueño que conforman este rincón tropical que, por su cercanía con Playa La Saladita, preferida por los surfistas, siempre está lleno de amantes de las olas.
Disfruta el lujo de convivir con la naturaleza en la Costa Grande de Guerrero. Goza el aire fresco de la mañana, los días de sol al lado de la alberca y los atardeceres en el mar. Todo el bienestar en un solo destino.
Vuela a Zihuatanejo con Volaris
Volaris opera vuelos directos a Zihuatanejo desde Ciudad de México y Tijuana.