Numerosos estudios han demostrado que el uso excesivo de la tecnología impacta en la salud a corto, mediano y largo plazo. Los síntomas más frecuentes son ansiedad, sedentarismo, trastornos de sueño y fatiga. Sin embargo, hay casos más graves que llegan hasta la depresión, la obesidad, pérdida de memoria o trastornos como la nomofobia (el miedo irracional a no tener el celular a la mano).
Por el contrario, una desintoxicación digital brindará a la persona mayor atención, reducirá los niveles de estrés y ansiedad, permitirá la regulación del ciclo de sueño y potenciará la creatividad y la capacidad en la toma de decisiones. Además, ayudará a encontrar un equilibrio y tranquilidad personales que ninguna pantalla ofrecerá.