El cuerpo humano está compuesto por alrededor de 100 billones de células microbianas. En otras palabras, dentro tenemos un sinfín de ecosistemas de microbios. Uno de los más importantes se aloja en el intestino, que actúa como nuestro segundo cerebro y es el productor más importante de serotonina. Por esta razón, lo que entra al estómago afecta directamente nuestros niveles de energía y estado de ánimo.